Desde el principio, nada más aterrizar en Dakar, ya tuvimos la sensación de sentirnos en casa. Todo el grupo de viejos conocidos en esto del voluntariado y el apoyo de la Fundación Diante Bou Bess auguraba el inicio de un proyecto prometedor.
Se nos brindó la oportunidad en bandeja de plata de hacer un buen trabajo. Buenas instalaciones, personal velando por nuestro bienestar, buen apoyo logístico... Y el grupo no decepcionó, todos con ideas y prioridades muy claras, hicimos el trabajo en clínica más llevadero y divertido.
Toda esta positividad y alegría con la que pudimos realizar nuestro cometido, nos abrió la puerta a conocer a los lugareños y poder establecer vínculos con ellos. No tuvimos tiempo de conocer el país, pero por el contrario, si que tuvimos la enriquecedora oportunidad de conocer al hospitalario y acogedor pueblo africano.
Volvimos a España con la convicción de que este será sólo el principio de una gran amistad. Un proyecto que sin duda se alargará en el tiempo, hasta que estas comunidades tengan acceso a los derechos más básicos de la sociedad del bienestar.
Por eso y mucho más, no dijimos adiós Senegal, decimos hasta pronto Senegal!
Jordi Marcos, Voluntario Senegal 2013-14